En el artículo de hoy te quiero explicar qué son las fobias y cómo pueden combatirse.
El miedo parece que esta mal visto y que sentirlo es de cobardes, pero muchos olvidan que las personas realmente valientes no son las que no tienen esta emoción básica, esos son los inconscientes, los valientes son los que aun sintiendo el miedo lo afrontan.
Estamos hablando de una emoción imprescindible para la supervivencia: en su justa medida, ayuda al ser humano a adaptarse a su entorno, evitando los peligros que le acechan. En realidad, sólo es un problema cuando se convierte en pánico, limitando y bloqueando a quién lo sufre. A veces la solución es evitar aquello que lo provoca – una situación, un fenómeno, una persona, un animal, un objeto, un pensamiento…-, lo que suele desencadenar una fobia. Y el remedio, entonces, es peor que la enfermedad.
A menudo observamos confusión entre los conceptos miedo, ansiedad, pánico y fobia. Por ello, ahora y muy brevemente intentaremos aclarar estos términos:
¿Qué es el miedo?
Mi maestro Giorgio Nardone contestaría: ¡Una Suerte! El miedo es la emoción más importante que tenemos. Es la única que responde en milésimas de segundos. Sin él no existiríamos. Tenerlo es sano; nos salva la vida. El problema es cómo reaccionamos frente a él.
¿Qué es el pánico?
El miedo activa la ansiedad que es una reacción fisiológica de nuestro organismo que se expresa con: aceleración de la frecuencia cardiaca, dificultad en respirar, dolores de cabeza, sudoración, etc.
¿Qué es una fobia?
Cuando tienes una percepción aterradora sobre una situación, fenómeno, persona, animal, objeto o pensamiento.
Las 5 fobias más típicas
Si tuviéramos que hacer una clasificación de los fenómenos que pueden producir el pánico sería la siguiente:
- Fobia a perder el control. Tener pánico a perder el control o enloquecer en una situación en concreto o de forma imprevisible. Por ejemplo el que tiene miedo a perder el control de su intestino y entonces hacerse las necesidades encima, el que tiene miedo a vomitar, el que sufre por ahogarse o atragantarse, etc.
- Miedo a volar. Diríamos que es la más racionable, ya que no es de nuestra predisposición natural volar y menos tener que ir dentro meternos en una lata y volar.
- Acrofobia: miedo a marearse por las alturas. Es curioso saber que es una de las más modernas. Porque antiguamente se estaba habituado a ir por la montaña viendo el abismo o subirse a los árboles. Pero en la actualidad hemos perdido esta habilidad. Pocos saben que lo q provoca el vértigo no es el abismo sino el causante es nuestra altura.
- Claustrofobia / Agorafobia: pánico cuando estas lejos de un lugar seguro o por mantenerte en un lugar pequeño. Lo curioso es que si la persona puede salir cuando quiere del espacio cerrado no tiene miedo, pero en cambio sí perciben que no pueden salir cuando desean el miedo aumenta. Por ejemplo: ir en autopista.
- Patofobia: los que están aterrados por si enferman. Están asustados por si mueren de una enfermedad rápida y fulminante. Suelen evitar todo lo que es relacionado a posibles enfermedades (visitas y pruebas médicas, centro de salud o hospitalarios, etc).
Otras de las fobias más comunes son las zoofobias: arañas y serpientes atemorizan al ser humano desde tiempos inmemoriales. Y ahora las palomas ganan terreno, las fobias se transforman a medida que lo hace la sociedad, y es indiscutible que hoy, en la ciudad, hay más palomas que serpientes. Lo cierto es que hay tantas como personas.
La variedad es inmensa existen sentimientos fóbicos muy extravagantes como quien teme a los ángulos rectos o a las paredes blancas.
¿Qué las ocasiona?
¿Por qué se producen? La pregunta del por qué es peligrosa. Nos hace buscar las causas en el pasado. Y nos ayuda poco a resolver el problema.
Además la mayoría de fóbicos no ha sufrido experiencias traumáticas, ni ha vivido un condicionamiento experiencial familiar. Ni se acaba de encontrar una justificación bioquímica…
Por eso con la terapia breve estratégica lo hacemos a la inversa: buscamos la solución y esta nos explicará el problema.
Las fobias se construyen a fuerza de evitar las situaciones que nos atemorizan. Eso, primero, tranquiliza; pero acaba autoconvenciendo a la persona de que no será capaz de afrontar su temores.
Y cuando el paciente pide ayuda a otra persona, para sentirse protegido para que la acompañen si viaja en metro, por ejemplo-, se acostumbra a esa muleta y se olvida de caminar por sí mismo.
Si la situación se prolonga unos tres meses, desarrollará un cuadro fóbico.
¿Cómo se combaten?
La terapia breve estratégica de Giorgio Nardone pasa por ser la más eficaz para combatir miedos y obsesiones, con un éxito del 95% y un índice elevado de consolidación. El tratamiento se centra principalmente en entrenar al paciente a la técnica de la peor fantasía: Durante 15 días y en un lugar donde se sienta cómodo, debe pensar, durante media hora, en las peores fantasías relacionadas con sus temores –el avión se mueve, cae, se estrella…-. Entonces ocurre algo paradójico: cuando el paciente se atreve a mirar al miedo a la cara, en lugar de ponerse mal, se relaja y el temor se desvanece. Como dice Nardone, el miedo mirado a la cara se convierte en valor y coraje; mientras que el evitado se convierte siempre en pánico”. Al paciente se le pide después que haga lo mismo con gente, fuera de casa…
Y, finalmente, que lo haga justo antes de afrontar la situación fóbica. El desbloqueo se da entre la primera y la cuarta sesión. Y luego un seguimiento contribuye a que se consolide.
Psicóloga y coach estratégica. Fundadora del Centro de Terapia Estratégica en Barcelona