«Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo sino el que conquista ese miedo». N. Mandela
El miedo a volar es uno de los más comunes en la actualidad y uno de los más razonables. Porque volar es una capacidad que no forma parte de nuestra naturaleza. Es algo totalmente artificial ponernos en un espacio muy pequeño, herméticamente cerrado y que simula un pájaro pero que no lo es, y que vuela a grandes distancias para desplazarnos a distintos lugares. Por lo tanto, considero que es normal tener algo de miedo a subirse en un avión, hasta me arriesgaría a declarar que sentir un poco de miedo debería de ser la norma y lo contrario la excepción.
El miedo es la emoción que nos salva la vida que nos ayuda a vivir mejor pero puede convertirse en algo disfuncional. Las personas que sufren de fobia a volar son aquellas que tienen miedo a que les atrape el pánico en alguna de las situaciones que tenga que ver con el avión.
¿Cómo se crea la fobia a ir en avión?
Desde la Terapia Breve Estratégica hemos detectado 4 principales intentos de solución disfuncionales que ponen en práctica las personas con fobia a volar. Si se mantienen por un periodo más de 6 meses de tiempo construyen el problema:
- Evitaciones: la persona que al final logra evitar subirse a un avión por miedo, al inicio se siente mejor y más tranquila pero al cabo de un tiempo se da cuenta de que su sentido de incapacidad para superar el miedo ha empeorado. Es decir, su miedo a esa situación no sólo se mantiene sino que empeora. Porque cada día que pasa en el que la persona no afronta la situación, cada vez se siente menos capaz.
- Querer controlarlo todo: podríamos poner diferentes ejemplos que realizan los sujetos para intentar tenerlo todo bajo control: pero lo que acaban experimentando es que cuanto más intentan controlar, más sienten que se descontrolan, más sienten que el miedo al miedo se incrementa. Más intentan reasegurarse controlándose y más pensamientos negativos les vienen. Por ejemplo, cuanto más miran el motor, más piensan que puede salir humo de allí; cuanto más se concentran en los ruidos del motor del avión, más piensan que se puede parar, etc.
- Ir acompañado/a para volar: La trampa es que si voy acompañado me siento protegido y eso me funciona durante un corto tiempo, pero en el miedo a volar no funciona porque si sucediera algo ni tu acompañante tendría la capacidad de intervenir. El miedo se supera en primera persona, nadie lo puede superar por nosotros. Nadie puede ayudarnos porque el miedo es una percepción individual. Porque si uno pide ayuda y se la dan les confirman que no son capaces de hacerlo por si solos.
- Llevar encima o consumir drogas legales y/o ilegales: es muy común encontrar personas que usan ansiolíticos, alcohol, cannabis, etc. Esto lo usan como muletas y en un inicio les da muchísima seguridad pero si siempre las usan acaban pensando que logran afrontar su fobia gracias a las sustancias, y no porque ellos han sido capaces. Esto les genera más sensación de incapacidad para poder superar su miedo. Además, tomar drogas no prescritas por un médico les puede poner en más riesgos de los que imaginan.
¿Cómo se supera el miedo a volar?
La Terapia Breve Estratégica cuenta con el 99% de eficacia de los casos tratados por este trastorno de ansiedad. Es por ello que es considerada como el principal modelo para abordar esta tipología de fobias o miedos incapacitantes.
A continuación os muestro un ejemplo de intervención de uno de mis últimos casos tratados en mi consulta:
Luisa es una ejecutiva de éxito que lleva 5 años que no puede avanzar y crecer a nivel profesional por su miedo a volar. Continuamente evita proyectos nuevos y expandirse en otros territorios porque no se ve capaz de subir al avión.
Explica que de siempre no le ha gustado ir en avión y que ya hacía tiempo que solamente iba a esos viajes que inevitablemente no podía delegar a otra persona. Si iba debía ir siempre acompañada de alguien que supiera de su problema, días antes controlaba la previsión meteorológica, controlaba muy bien ponerse cerca de la ventana de emergencia, etc. Aun así, cada día le aumentaban los niveles de ansiedad. Hasta el punto de evitar por completo subir al aeroplano.
Como su psicóloga primero le prescribí la técnica de la peor fantasía durante dos semanas, enfocada en todo aquello que podría ocurrir durante un vuelo. En la siguiente sesión Luisa nos contó el efecto que le había causado la peor fantasía y es que aún imaginándose las cosas más terribles no había sentido ninguna forma de reacción ansiosa, es más paradójicamente se había relajado y a veces hasta adormecido.
Luego le prescribí que ya podía reservar para las próximas semanas un vuelo de ida y vuelta a alguna ciudad Europea. Le prescribí que todos los días debería de seguir haciendo el ritual de la peor fantasía y el día del viaje debería de hacer lo siguiente:
Mientras te estés preparando la maleta antes de irte y durante todo tu viaje hasta el aeropuerto deberás, como en su media hora de peor fantasía, imaginar las peores cosas que podrían ocurrir durante el vuelo. Una vez llegues al aeropuerto y hagas el check-in, sigue pensando en las peores cosas. Luego en la sala de espera para el vuelo, quiero que cojas una libreta y bolígrafo y observa a todos los pasajeros de tu alrededor y trata de detectar incluso las más mínimas señales de ansiedad o miedo y las vas anotando. Describe bien lo que observas, como si fueras un colega mía que estudias los comportamientos fóbicos. Queremos que te fijes todo el tiempo en buscar todas las señales de miedo en los demás. Cuando vayas a entrar al avión verás que estás señales se incrementan en los otros, y si quizás también las sientes en ti mismo, también anótalas.
Una vez subida al avión siga observando y anotando las señales. Cuando el avión se mueva para la pista de aterrizaje hasta que despegue debes de cruzar las manos donde los pulgares se crucen y apretar. Tanta intensidad de miedo sientas tanto debes de apretar los pulgares, y al mismo tiempo no olvides de seguir con tu observación.
Cuando llegue a su destino lo primero que debe de hacer, apenas bajado del avión, es enviarme un mensaje de cómo le ha ido.
Júlia Pascual Guiteras. Psicóloga y psicoterapeuta Oficial de Centro de Terapia Breve Estratégica de Giorgio Nardone.