“La abstinencia total es más fácil que la moderación” – San Agustín
Es uno de los síndromes que no tiene clases, no tiene sexo pero la gran mayoría son mujeres que sufren, por ejemplo, las altas ejecutivas. Mujeres que de lunes a viernes son capaces de controlar muchos aspectos y lo hacen de forma excelente. Son capaces de controlar a la perfección aspectos de su trabajo fuera de casa y los de dentro de casa y todo lo que comen. Algunas controlan comer saludable otras se ponen a dieta. Llevan la carga mental a la perfección de toda la logística laboral, de la casa y familiar. Los lunes se visten de súper mujeres porque saben que deben de gestionar muchos aspectos. Y logran realizar sus obligaciones según lo que se proponen hasta que un día entre semana llegan a casa pronto, se dan cuenta que están solas y que pueden tener cita con su amante secreto: La comida. Lo devoran todo hasta quedar exhaustas, sin poder casi moverse. Luego vienen las lamentaciones de haber caído en la tentación, los sentimientos de culpa y el malestar de ser dominada por el amante, de ser presa del síndrome del atracón.
Muchas de ellas piensan, si como un poco no pasa nada porque lo he hecho muy bien los anteriores días, pero en el momento que comen una onza de chocolate acaban comiendo la tableta entera y luego, como ya he pecado, pues como lo he hecho mal ya de perdidos al río. Se “abre la puerta del descontrol”.
La gran mayoría explican que cuando se dan el atracón están como idas. Disociadas mente, cuerpo y sensaciones. Es decir, no piensan, no sienten si tienen o no tienen hambre ni cómo se sienten emocionalmente; en ese momento, sólo lo hacen, sólo comen.
Todas ellas, luego padecen malestar y/o sentimientos de culpa por haber estado con el señor atracón. Piensan: “No lo voy hacer más, lo prometo. Voy a mejorar mi forma de control alimentario para que no vuelva a suceder”. Muchas se intentan convencer que ellas no son dignas para comer cosas placenteras porque no tienen término medio. Piensan: “Mejor no me como este alimento porque no se moderarme si me lo como”
No se dan cuenta que caen en la trampa psicológica del Control. ¿A qué me refiero? Qué ellas piensan que el problema es que no deberían ver más al amante secreto, pero el amante secreto no es el responsable del síndrome del atracón. El problema esta en el exceso de control previo que ejercen ellas mismas, un exceso de control que lleva a perder el control.
Principales factores que causan el Síndrome del Atracón
En nuestra práctica clínica los tres factores que generan y mantienen el síndrome del atracón son:
- Miedo a engordar: por esta emoción solemos evitar ciertos alimentos que consideramos que nos hacen perder el control y por ende nos engordan. Estas evitaciones suelen ir aumentando y generando ansiedad por la comida. Cuando se logra el control alimentario la persona se suele sentir gloriosa y poderosa. Pero no te engañes, si estás leyendo este artículo es porque no lo aguantas y acabas cayendo en la tentación, acabas devorándolo todo.
- Exceso de Control: las personas capaces de controlar las situaciones suelen ser las que logran sus objetivos. Suelen ser personas luchadoras, perseverantes y tenaces. Pero un exceso de control puede hacerles perder el control a través de un atracón, que es una compulsión alimentaria que suele dar vergüenza y se suele realizar a escondidas. Cómo las personas piensan que controlar tanto es “de guapas y de seres superiores” vuelven a intentar controlar en exceso pensando que ahora sí que lo van a conseguir. Ya se dice que el hombre es el único animal capaz de tropezar con la misma piedra, es decir, somos la única especie que caemos varias veces en el mismo error, caemos en la misma trampa del síndrome del atracón varias veces.
- Tener alimentos prohibidos. Las prohibiciones en el área del placer no funcionan y son el origen de muchas transgresiones perversas. Para el ser humano si no te concedes un alimento acaba siendo irrenunciable. Además, que intentar voluntariamente negarte un alimento provoca que la imagen y el pensamiento te persiga allá donde vayas.
¿Cómo se si padezco el trastorno por atracón?
Antes de auto diagnosticarte quiero decirte que no es necesario poner etiquetas para asumir que una persona puede sufrir. Ni es necesario tener un trastorno para ir al psicólogo. Y que las etiquetas sólo nos ayudan a visibilizar y a poder investigar pero que somos mucho más que una etiqueta.
Voy al grano, para saber si tienes el síndrome del atracón responde a estas 4 preguntas:
- ¿Ingieres en un momento determinado una cantidad de alimentos superior al que la mayoría de las personas ingerirían en circunstancias parecidas?
- ¿Tienes la sensación de falta de control sobre lo que comes durante un atracón?
- ¿Realizas mínimo un atracón semanal durante un periodo de 3 meses?
- ¿Sientes malestar después de cada atracón?
Si has respondido a las cuatro preguntas de forma afirmativa todo apunta a que padeces este trastorno de conducta alimentaria y que debes de pedir ayuda.
Tratamiento breve y eficaz del síndrome del atracón en pocas sesiones
- Conocer el funcionamiento del círculo vicioso de la patología. Es decir, hacerles ver cómo una solución al final no sólo ya no funciona sino que se ha convertido en el problema. Crear un miedo mayor al exceso de control alimentario que precede al atracón y lo dispara. Este apartado lo realizamos usando una comunicación sugestiva que induce al paciente a la acción. Es decir, realizamos un diálogo estratégico específico donde conseguimos hipnotizar de forma indirecta al sujeto.
- Acompañar a la paciente a realizar la Dieta Paradójica. La gran mayoría de las pacientes deben de bajar algo de peso y aprenden como en su caso bajaran de peso comiendo.
- Aprender a amar comer saludable y aprender a gozar de otras formas de placer a parte de la ingesta alimentaria.
- Si entre el punto 2 y 3 se observa que la persona sigue sin aceptarse alguna parte de su cuerpo se inicia el protocolo de Dismorfofobia.
Durante los puntos 2 y 3 se incorpora en el tratamiento la dietista-nutricionista. Es decir, se realiza un tratamiento psicológico interdisciplinar que le llamamos Psiconutrición.
La gran mayoría de las pacientes aprenderán que pueden mantener o bajar de peso definitivamente en vez de dejar de comer, comiendo. Porque al igual que las vacas son vacas y solo comen hierba, uno llega a estar bien consigo mismo si es capaz de relacionarse correctamente con la comida.
Las dietas y el exceso de control alimentario funcionan al inicio para perder peso pero si se reitera en el tiempo esta solución no funciona. Y además de no funcionar, puede convertirse en la antesala del síndrome del atracón. Y siento ser tan realista, pero la gran mayoría de las mujeres que sufren el trastorno por atracón no suelen estar delgadas, están hinchadas.
Por último, quiero dirigirme a las personas que padecen este Trastorno alimentario. Les hablo solo a ellas, porque solo ellas saben bien a lo que me refiero: “Entérate que no puedes ser jamás o volver a ser anoréxica, que no existe la dieta milagrosa y que padeces un Trastorno Alimentario del cual no puedes salir y, que por desgracia, no te adelgaza. Tu sola ya no puedes, tu sola ya no controlas, ¡Pide ayuda!
Júlia Pascual. Psicóloga especialista en Trastornos Alimentarios en Barcelona. Referente de la Terapia Breve Estratégica en Barcelona, España.