“Los propósitos del Año nuevo son para personas que fracasan de forma continuada en el cumplimiento de sus metas durante el año”
D.Canole
Aunque los nuevos propósitos suelen estar llenos de buenas intenciones, lo cierto es que muchas veces no llegamos a cumplirlos, o pronto volvemos a los hábitos de siempre, ¿por qué? ¿ que motivos son los que nos frenan?
Entre los principales motivos están:
- Establecer objetivos poco realistas o plantearse demasiadas metas, es una de las causas fundamentales del fracaso. La necesidad de un plan muy detallado, con objetivos muy simples es fundamental. Cuanto más cortos sean los peldaños más fácil será subir la escalera. Pequeños pasos significa pequeños cambios que poco a poco van sumando la energía para conseguir un gran cambio.
- Plantearse objetivos que no son nuestros, esas metas que todo el mundo se pone pero que en realidad no son nuestras y no tienen significado para nosotros. Cuando elijas una meta hazlo por ti y no por modas o clichés. Para eso es muy importante saber decir NO. Decir no a los otros significa decir SI a nosotros mismos, a nuestros proyectos, concentrando de manera útil y funcional nuestra energía.
- Pero el principal motivo que impide cumplir los buenos propósitos, la mayoría de las veces es el miedo al cambio. Miedo a salir de esa “zona de confort”, de esa manera de hacer las cosas a la que nos hemos acostumbrado y que repetimos una y otra vez, convirtiéndolo en todo menos en confortable, porque realmente nos tiene esclavizados, pero de la que salir de ahí no es tarea fácil y requiere un cierto grado de esfuerzo.
Para tomar decisiones correctas es fundamental enfocar el sentido de la dirección sobre lo que se quiere y lo que no. Lo importante es saber nuestra dirección, hacia donde queremos ir y donde queremos llegar.
“no existe un viento favorable para el navegante que no sabe donde ir”
Sal de la zona de confort si quieres cumplir tus própositos
El problema está en que somos especialistas en encontrar la excusa perfecta, en auto engañarnos, para no hacer lo que nos supone esfuerzo, lo que nos supone un cambio. Y eso es porque nuestro cerebro se siente más seguro con las rutinas, con el “piloto automático” que le da seguridad. Cualquier novedad puede implicar que surjan inseguridades y en muchos casos puede provocar estados de ansiedad.
Salir de nuestra zona de confort nos obliga a cambiar algunos de nuestros hábitos. Perseguir cualquier meta implica necesariamente salir de esa zona!!!. Por eso muchas personas prefieren quedarse en su zona de confort y aplazan continuamente las tareas para mañana, pero lo malo es que “mañana” nunca llega.
Por eso es importante también entrenar a nuestro cerebro para crear nuevos hábitos que ayuden a escapar de esa mal llamada zona de confort.
Se trata de mostrar a nuestro cerebro que somos capaces de realizar pequeños cambios para provocar nuevas conexiones neuronales, de forma que esa sensación de miedo sea mucho menor. (ej.: empieza a utilizar tu mano contraria para pequeñas acciones como peinarte, lavarte los dientes… cambia y haz de forma diferente algunas pequeñas rutinas como itinerarios, comprar algo que nunca hayas comprado antes… concédete pequeños riesgos que te hagan salir de la rutina).
El cerebro se acostumbra a un comportamiento y lo considera como propio cuando este se repite al menos por un periodo de un mes y medio, durante ese tiempo comenzamos a buscar esa creencia y ese “para que” quiero realmente ese hábito en mi vida. Así, si tu objetivo es pasar más tiempo en familia, aparta tu móvil en momentos como la comida o la cena, si lo que quieres es dedicar un momento a la lectura, bloquea en tu agenda media hora cada día. Con esto estamos ayudando a nuestro cerebro a realizar nuevas conexiones neuronales y a demostrarle que somos capaces de empezar a cumplir nuestros propósitos.
Porque no nos damos cuenta pero los hábitos deciden más de la mitad de las cosas que hacemos cada día de modo completamente automático, sin pensar sobre ellos, direccionando de manera determinante nuestras vidas poco a poco. Somos nada más y nada menos que el resultado de los hábitos que adoptamos.
“los hábitos nos esclavizan dulcemente pero construidos y bien orientados son la palanca más eficaz para la mejora constante de uno mismo”
G. Nardone
Por otro lado uno de los mitos más comunes en el ámbito del crecimiento personal dice que si queremos conseguir un objetivo debemos estar motivados.
Pautas para intentar alcanzar tus objetivos y no desmotivarte en el intento
En realidad todos sabemos que con la esperanza no se llega muy lejos. Uno de los problemas frecuentes que lleva a esta incapacidad de perseguir con constancia y perseverancia nuestros objetivos es que en general la gente se confía demasiado a la motivación y poco a la organización.
Si realmente quieres conseguir objetivos el nuevo año y lograr cambios en tu vida, desde la terapia breve estratégica te ayudamos a conseguirlo con algunas indicaciones. Pon atención :
- Tomate tu tiempo y haz una selección PEQUEÑA de cosas que quieres cambiar o mejorar. Cosas que realmente te motiven a TI y no a los demás. Piensa que te gustaría hacer realmente y que te apasiona. La pasión es el impulso que da sentido a la vida. Tomate 5 minutos para recordar lo que ha sucedido en el último año y haz una lista con los recuerdos más agradables. Lo que no esté en esa lista no te apasiona.
- Se realista. Todos tenemos limitaciones y estamos obligados a dar prioridad a unas cosas más que a otras. Es importante apostar por metas alcanzables, cosas que puedas conseguir con tus propios medios y sobre todo en un plazo concreto.
- Aprende a fijar objetivos. Define esos objetivos de forma muy concreta, fácil de entender, deben ser de algún modo medibles para saber cuando los hemos alcanzado. Plantéate metas parciales y MUY claras, con algunos pasos sencillos que puedas cumplir a corto plazo y que sirvan como motivación.
- Elabora un plan de acción. Nadie llega lejos sin dar el primer paso.
- Y muy importante, céntrate en los logros. Es fácil desmotivarse cuando uno solo se fija en los retrocesos y en los fracasos. Observar los logros, por pequeños que estos sean nos da la energía necesaria para continuar con el esfuerzo. Si solo vemos lo negativo terminamos por sobrevalorarlo y como consecuencia de ello somos incapaces de ver y dar valor a nuestros éxitos, consiguiendo un grado de insatisfacción tal que nos llevará de cabeza a la frustración.
Y después de todo lo dicho aquí, cual pensáis que es el verdadero propósito de los objetivos? Mostrarlos? Disfrutarlos? Conseguirlos?. En realidad no es tanto conseguir todo eso, sino la persona en que tu te transformas en el camino hacia conseguir ese objetivo. Aprender a planificar aumenta nuestra disciplina mental, nos ayuda a mejorar día a día acercándonos al tipo de persona que queremos ser.
Blanca Díaz. Psicóloga y coach estratégica.Terapia Breve Estratégica.